top of page

Volver a Empezar

 

Lejos del amor que un día prometiste

mi nostalgia se acercó a tu dicha,

para verte naufragar.

 

Aunque fuiste la albura de mis días

hoy te doy paz, y buena marcha

en tu intenso caminar.

 

Amaré un día otra vez, en otro lecho

y volveré sin reparos a empezar,

sin nostalgias ni tristezas tan profundas

que luego volviera a recordar.

 

L. f.  Nikho

FEB 08 /93

 

Más Allá de lo que Vemos

 

Ni una bandera plasmada por tres colores,

ni una taza de café como lo dicen algunos poetas;

mi pueblo es mi hijo, la mujer, el oprimido, yo y los demás,

todos los que sentimos el cuerpo herido,

la piel cansada

y la sangre coagulada.

 

Mi pueblo es una canción que protesta, que grita sus pesares,

es un insulso sabor que imita a la alegría;

mi pueblo no es lo que nos dicen:

más bien es el grisáceo color de la tiniebla

que ensombrece de tristeza

la cara fértil del que siembra el campo.

 

Mi pueblo es como un peñasco escabroso y gigantesco,

es como la orilla de un rio moribundo,

como un mar vestido de sequía.

Es el eco envejecido de una juventud que calla,

es el paso hacia el abismo al que nos guía la ignorancia;

es la corrupción, el hedor y la opresión.

 

Mi pueblo es un alma que apura y lleva sus cadenas,

es la justicia en carne propia

por burlas desnudada;

es el aire pútrido y mal oliente

del aliento que vomitan

los reyes de corbata.

 

Mi pueblo es un pájaro sin alas,

es un nombre sin palabras,

una quietud de la inquietud

que se ahoga en sus propias lágrimas.

 

L. f.  Nikho

MAY 27 /93

 

El Idioma de los Hombres

 

Mi voz se fue para cantar al mundo,

grité, pero no fui escuchado,

mi voz se fue para morir callado.

Mi voz ya no es el idioma de la raza pura,

es la labranza de la tierra negra

y la siembra de semillas muertas.

 

Mi voz murió sin eco y sin sonido

como lamento de pueblo herido;

no tengo raza, no tengo idioma,

fui castigado y condenado a la lengua hiriente;

fui avasallado por los ladrones de pecho blanco.

 

Tuve un tiempo en el pasado

tuve dioses e idioma:

mi idioma fue la lengua del amor profundo,

fue el coro de las aves y las sombras,

de los truenos y los ríos,

de la roca y de la danza,

del invierno y del estío.

 

Mi idioma, fue un idioma universal

deletreado por la brisa,

esculpido por el fuego

y escuchado por el cielo;

mi idioma era el idioma universal de la esperanza:

era el idioma de los hombres.

 

L. f.  Nikho

MAY 27 /93

 

Desvelo

 

Entre mis marañas confusas de pensamiento hostil

he dibujado noches de profundo sueño

que divulgan centauros grandes de galope inquieto;

y a veces en los hilos negros

que tejen a la noche eterna,

atontado, veo difundirse en ellos

raras figuras de inquisidor desvelo.

 

Luego, entonces, me ahondo en el olvido

para marcharme hacia las sombras

con pasos delirantes y ojos extraviados,

que sólo encuentran su regazo

en ignotas lejanías.

 

Me adentro sin control en el abismo

y mi sueño se hace aún más enloquecido;

respiro sedientas lenguas de fuego

que se interponen a mi paso como puertas del infierno.

 

Y así recuerdo aquellas figuras infernales

que al inicio de mi exploración nocturna se encontraban:

eran dioses y hombres ostentosos

de fama y riquezas mal habidas.

 

Espectrales espejismos me circundan

tratando de hacer prisioneros a mis sueños

con las más grandes cadenas.

Pero más fuerte es mi abnegación que las cadenas

y rompo el insomnio de los sueños,

que me atrapan,

cada vez en mi desvelo.

 

Mas al volver a la realidad incierta,

la péndola del tiempo se detiene

y yo: hombre loco y soñador…

espero allí, a la enclenque parca

en la lejana y solitaria estancia

que la vida me entregó.

 

L. f.  Nikho

JUL 29 /93

 

Antífrasis

 

Dejad al campo la semilla fértil,

dejad al hombre que siembre con sus duras manos…

dejad al poeta que pinte con sus labios

y que el pintor hable con sus manos.

 

Recibid el canto de la noche

para que el día os dé su claridad;

respirad de las tinieblas

para que mañana sopléis la libertad

mas no es nada el silencio

aunque incoherencia es la realidad,

hay quienes actúan como el filósofo

pero sin saber qué es filosofar.

 

Dejad al poeta decir algo

tal vez él diga la verdad…

…¡Ah “insufrible” existencia!

me pregunto qué es la realidad;

a veces actúo como filósofo,

sin saber qué es filosofar.

 

L. f.  Nikho

SEP 20 /93

 

 

Irrealidad

 

Muero en tu pecho

para resucitar en tus labios,

Muero cada día y cada noche

pero nunca he muerto quebrando el silencio

de tu voz amaneciendo.

 

Muero con las hojas que caen de los árboles;

muero con la lluvia,

con la niebla,

con el llanto

y vuelvo a despertar.

 

Muero pensando para poder pensar;

muero aquí,

allá,

muero en cualquier lugar

y luego me doy cuenta que morirse,

es nacer en otra irrealidad…

 

L. f.  Nikho

OCT 30 /93

 

 

El Himno de la Niebla

 

Yo escucho la música y el canto

pero aún no soy el cantor de las tristezas,

llevo, quizá, en lo que escribo,

lo que callan los bohemios,

lo que dicen los amados

y lo que gritan las estrellas.

 

Yo no soy el libertado… ni el condenado;

todavía no soy el moribundo,

no soy el sediento ni el hambriento…

¡YO SOY EL OLVIDADO!

 

Ah, pero entonces el Himno de la Niebla

con sus notas disonantes y confusas,

¿Por qué no abraza fuerte al moribundo,

por qué no les dice algo a los bohemios,

por qué no inventa un beso eterno para los amados,

y por qué no silencia a las estrellas?

 

L. f.  Nikho

NOV 29 /93

 

A Vuestro Nombre

 

Llega como la sombra en el ocaso

y desnuda mi corazón en la penumbra,

toma ansias

y abre las puertas que conducen a mi pecho sosegado.

 

Camina por los caminos frágiles y extraños

y navega por los mares inciertos y profundos

ahora que la bruma se levanta y la triste noche se acerca;

ahora que el silencio aturde mis oídos

y ahora que las ventanas interiores de mi alma te invocan:

¡Ven a mí!

 

Vuela en las tinieblas de mi mundo

y sé el faro que ilumina mi interior.

Ahora que el barco lejano se aproxima,

ahora que el tiempo se esconde en los rincones,

ahora que Orfeo abraza a los amantes,

penetra punzante y sin dolor en este corazón herido.

 

Si es preciso mézclate con la hiedra

y trepa hasta mis sueños;

si es preciso, ve a la guerra,

y tráeme el dolor…

si es preciso vuela lento

y enséñame a volar.

 

Llega como la sombra en el ocaso

y penetra en mi pecho sosegado,

ahora que el silencio aturde mis oídos,

ahora que las ventanas de mi alma te invocan,

a ti: Inspiración.

 

L. f.  Nikho

NOV 25 /93

ESCUCHAR / PAUSAR AUDIO

bottom of page