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Las Banderas que Cayeron

 

No sé por qué el poeta

escribe a su patria

si ha sido herido por la lanza traidora

que el burgués clavó en su pecho.

No sé por qué sólo escribe prosa o versos de amor

si lo que sentimos es desprecio.

 

No sé por qué las banderas del que escribe

son para idolatrar y no para proclamar;

no sé por qué el desvelo

pensando en los trigales rubios que al amanecer son bellos

cuando falta pan en nuestro pueblo.

 

El verso es la bandera del poeta

y debe empuñarse por la lucha;

las banderas que dividen a los pueblos

deben ser olvidadas,

¡Unir! es la palabra,

es la bandera que al idolatrar icemos,

es el verso que corre en nuestras venas,

las venas del mundo insatisfecho.

 

L. f.  Nikho

May 17 /95

 

Puerto y Mar

 

No hay un puerto sincero

dónde anclar los sueños

al buscar en un atardecer

la mirada triste de un poeta;

hay lumbre entre mis manos

que se pierde en el vacío

y silencios tan inmensos

que parecen ser eternos.

 

Ya las alquerías donde sembraba mi esperanza

son remembranza inútil del pasado

que feneció cuando el sol se ahoga lento,

cuando el letargo socava en el cerebro.

 

He perdido amaneceres, horas y tiempos

con pérfida ilusión;

he dejado correr manos febriles por mi piel

que han herido el sentimiento.

 

Mas sin llegar estás ahí

y sin querer vuelves a llegar,

sin querer te acercas a mis sueños

y sin querer vuelvo a despertar.

 

L. f.  Nikho

OCT 28 /95

 

Mi Presente, Ayer

 

El silencio es una voz que piensa

y que se estrella en las paredes;

es un rincón profundo

de búsquedas y sueños…

es un ancla que hace detener el tiempo.

 

Y tú, como el silencio,

en la postrera forma del amor

te hundes con altivez

en las cicatrices

que hicieron mi presente, ayer.

 

L. f.  Nikho

NOV 13 /95

 

 

Y al Mirarte Siento…

 

Yo te miro y al mirarte siento

que tus cabellos son la hoguera

que intenta arder sin fuego

y pienso:

pienso si acaso el ébano

que baña de negruras a la noche

puede iluminarse llenándose de ti.

 

Yo te miro y al mirarte siento

cómo el corazón se puede estremecer;

cómo trémulas las arterias se dilatan

y cómo la utopía se vuelve realidad.

 

Yo te miro y al mirarte siento

en mis manos crecer palomas

y en mis palabras versos

pero luego,

luego la marcha triunfante

que aprisiona nuestros sueños

me arranca del pasmoso instante

en que empiezas a volar sin vuelo.

 

L. f.  Nikho

NOV 15 /95

 

 

PRELUDIOS

(Inicio del Desahucio en unas Letras)

 

PRELUDIO I

-Los Suspiros-

 

Los suspiros de mi pecho

suguen llegando del alma,

siguen llegando de adentro.

Y vuelan,

vuelan buscando tus pupilas

en un atardecer que me inventabas;

y estos cegados suspiros

siguen llamándote hoy

sin más respuesta

que el eco indiferente de tu voz

que quiebra sin promesas

la cristalina razón de mi ilusión.

 

L. f.  Nikho

DIC 14 /95

 

PRELUDIO II

-Nunca-

 

Aunque jamás te vuelva a ver

y columbre en otros brazos mi alegría;

aunque los crespones que visten a tu cuerpo

profusen de amor en otro lecho;

aunque la oquedad de mi existencia

llene con ansiedad nuevas ilusiones;

aunque al caminar las huellas que te sigan

ya no sean las mías…

… puedes jurar por lo que soy

que nunca dejaré de amarte.

 

L. f.  Nikho

DIC 14 /95

 

PRELUDIO III

Después de la Angustia

 

De arreboladas nubes

a cielos plomizos

tejimos en el aire

como enfermedad de moribundo,

adelfas y espinas para herirnos.

 

Surgidos los fantasmas del olvido

muchas veces incendiarios de almas

y errantes verdugos de suspiros,

duendes y cavernas,

monstruosidades y turbios caminos

como estandarte orgulloso exhibimos.

 

Dentelladas bruscas para odiarnos

y virtudes bañadas en lenguas de fuego

como dragones en pos de la disputa

sin cabeza y sin alma acorralados.

 

Mas tras de la tempestad viene la calma

y quién dice que las horas angustiosas

¿no son preludios de paz?

 

L. f.  Nikho

DIC 14 /95

 

PRELUDIO IV

-Última Voz-

 

Si mi voz no llega

hasta tus cálices de hielo,

¡triunfante!,

diré que lo intenté;

erguido ante la sombra

que me produzcan los años,

envejeciendo recordaré

revistiendo de orgullo mi lucha

que contigo fue una batalla,

que contigo fueron mil guerras,

que contigo fue la ilusión.

 

Última voz como el último acto,

como la escena final de un drama,

como el postrero adiós de la parca…

 

L. f.  Nikho

DIC 14 /95

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Poemas 1995 Parte II

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