Humanamente

 

Yo a mi mundo, y a las gentes que no creen en mí,

He reventado el pulso

En horas de desaliento,

En noches de desvarío

He despuntado auroras de inconforme duelo.

Mas no creéis en mí por mi condición humana

Ni forjáis un temple de brutalidad y ansia

A el poema que habla por vosotros

Mientras vosotros dormís en los brazos del letargo.

 

Yo he pensado por vosotros, cuando la ausencia mata

Y sólo la mofa obtenida en desacuerdo

Lubrica la gratitud del alma

Concebida con vuestra indiferencia.

 

Yo escribí para el pueblo y los amigos,

Para el pobre y el mendigo

Pero hubo quienes no entendieron

Y de mí calificaron, subversión y algarabía.

 

Yo escribí a muchas cosas

Teniendo en cuenta a la razón

Y esgrimí la desnudez del niño, y el hambre del niño,

Y mis hermanos de la misma condición

Nunca lo entendieron.

 

Yo sentí la soledad de muchas gentes

Y me declaré huérfano sin serlo,

Fui sed de los labios secos

Y lágrima del sufrimiento…

… Pero nunca lo entendieron.

 

L. f.  Nikho

AGO 27 / 96

 

…Lema

 

Quizá en la frontera de lo inescrutable

yo pueda respirar sin precaución.

Quizá pueda verter mi inconformismo

en las gradas descendientes del averno,

quizá podré dar mi razón sin confidencia

a oídos despiertos que escuchen sin miedo.

Quizá me esmere al libre pensamiento

en los muros negros del silencio;

quizá lo que escribo se abra al grito y al aplauso

cuando mis colegas busquen humildad y desafío.

Quizá, un día me decida por “el triunfo”

cuando la parca me derrote

y yo empiece a delirar entre lo inédito.

 

L. f.  Nikho

AGO 30 /96

 

El Monólogo de Pracius

 

—Pienso del mundo pocas cosas

Pues no soy un pensador de grandes proporciones,

Más bien me creo en lo lúdico

Y en los espasmos de ciertas nauseas

Que me causa la ignorancia.

 

De todas formas,

Con el libro abierto y la pupila pensativa

Cuando la tierra se encuentra pa’ semilla,

Yo resucito del escombro y del estiércol

Imaginándome en las grietas

Que la yunta deja con su fuerza.

 

Y la fuerza y el sudor van a la deriva

Recorriendo mi rostro marcado en la desgracia

Que lastimera empuja la época de hoy.

 

Más vale venderme a la posibilidad del sacrificio

Antes que entregarme a los nudos de una naturaleza muerta

Que pende en el tic, tac,

Del tiempo y el espacio.

 

Puedo hacer sacrificio por lo inmerecido y lo valido

Pero no podré hacer algo más allá del pensamiento…

Podré hacer sacrificio y alterar mi ideología

Si ello concibe a una razón

Que altere la desgracia del mundo

En que estupefactos, tanto como yo, náufragos,

Se encuentren por el intento de pensar.

 

L. f.  Nikho

SET 11 /96

 

Analogía del Regreso Triste

 

En la soledad

Me volví labriego de anhelos y deseos

Y redimí mis manos en la tierra y en la ausencia.

Me di cuenta de tus ojos lejanos

Que se hicieron en la estrella

Y de tus cabellos que vinieron de la fragua.

 

Si alguien quiere quererte puede;

Pues de lo inconmensurable

Surge el tiempo en que el olvido muere

Para hacerse entrañas de las fibras del sentido.

 

Con los años,

Tu rastro se perdió,

Como en un naufragio se pierde el norte

Y tus ojos se ausentaron de mí,

Que siempre los miraba sin decirlo.

 

Y a ti, que eras como una mujer de sueño,

De mi sueño medroso y mutable,

De mis palabras silentes y sin eco,

De mis ansias al beso de tus labios…

…Volvió mi inspiración de las lagunas de lo incierto

Y, precisamente tú,

Fuiste la chispa que dio fuego,

Del fuego arduo y exigido

Que nace y muere en los días pasajeros.

 

L. f.  Nikho

OCT 29 /96

 

6:20

 

¿Quién escribe por la miseria

y por mis amigos de antes

que desde entonces columbran en la brevedad de la luz

de las seis y veinte de la tarde?

Yo escribo por ellos y por ella;

casi siempre el olor de la noche

desciende venturosamente

como de un hueco confuso;

y del grito de la jauría,

y de las fauces del lobo

en extrañas galimatías

llega el eco del mundo que atardeció conmigo.

Súbitamente y sin voz recojo los libros,

los vuelvo a su lugar taciturno y sublime en que habitan,

nuevamente espero el instante de las seis y veinte

para volver a empezar…

 

L. f.  Nikho

NOV 12 /96