Mis Anhelos
Mis anhelos son pocos:
Una penumbra en la nostalgia
Que desdibuje el rostro rutinario
Del fin de un día
Entre martillazos y sudor;
Porque prefiero la tristeza
Ya que desde ella nace mi alegría,
Y prefiero el canto,
Ya que desde él, nace mi tristeza.
Sé tener el corazón en labrantía
Y desnudar el cuerpo de la noche
Y así mis anhelos vuelven
En profusión de sombras
Cuando están ausentes…
Una buena canción,
Unos cuantos libros,
Una mujer, un lápiz y un poema,
¿Qué más puedo anhelar en mis anhelos?
L. f. Nikho
NOV 13 /96
El Cuerpo Alado
En mi soledad
me he convertido en malabarista de mis actos.
Confuso, de los labios me viene su nombre
a apretarme la mortaja del recuerdo
resucitando de los ríos oh ninfa,
oh musa inspiradora:
¿de dónde vienes?
¿de dónde no has venido?
Tus alas han buscado más lejos de mí mismo
el nido de los hombres
que aún presienten frío.
Los navegantes de cuerpos
te requieren para poseer tus senos
y los gigantes de hielo te besan en los ojos
para que enciendas tus secretos.
y yo te invento más allá de la existencia,
más allá de la lluvia y la miseria,
más allá del trueno y de la niebla.
cuerpo de alas argentadas
y de cabellos bruñidos;
mitológica y extraña:
de ti viene el frio a besarme la piel,
a divisar al pájaro negro que aletea hacia el sur;
de ti viene la mano que me hiere
y que escruta mis heridas.
Cuerpo alado de virtudes infinitas,
me doy a tus filosofías como a mi propio corazón por encontrarte,
me doy a tus palabras para vencer al sacrificio de la guerra y de la sangre
que contengo en mis sentidos.
Cuerpo alado del devenir y la ocasión,
parir te cuesta mucho
y a mí mucho más que a ti.
L. f. Nikho
NOV 14 /96
La Silla
Se puede utilizar para muchas cosas,
inclusive, bajo cualquier circunstancia.
Brinda una gran satisfacción de reposo cuando se está cansado;
mi silla es como mi alma:
la única confidente directa
de todos mis pensamientos,
yace allí en silencio, en el lugar que le asigné
prudente y altiva, sencilla.
Sin exigencias y abnegada
me regresa a la ruta de los sueños
y desgarra mis lágrimas saladas.
Es mi silla,
tiene un aspecto triste
y es un poco quejumbrosa,
quizá por eso la prefiero;
es como una cúspide
desde donde puede analizarse el mundo, observa, pero calla.
Poe, Neruda, Marx, Gustavo Adolfo y Goethe
la hicieron necesaria,
yo la sublimizo,
pero otros, ignoran sus hazañas.
Mi silla es como el dilema del hombre que no habla,
quizá por eso, es que tanto la prefiero.
L. f. Nikho
Nov 15/96
Lo que no Puedo
De una mirada tuya
Surgen océanos de azul profundo
Que anudaron en la barca que poseo;
Un corazón de fuego
Cuyas espinas el tiempo hizo olvidar,
Volvió a crepitar con fuerza
Y a estremecer fibras lastimadas
De extremo a extremo de mis manos.
Puedo decir que te he esperado,
Que he besado tus labios en mi sueño
Y he buscado calma en tus secretos.
Puedo decir que acumulé mi historia para ti;
Que de tus manos viene alivio que yo no entiendo;
Puedo decir que te he buscado;
Que en todas partes yo te encuentro:
En el devenir y en el silencio,
En la metáfora y el cuento.
Puedo pensar lo incierto y caminar sin miedo
Esparcir cenizas de los años muertos;
Puedo pensarlo todo y mucho más,
Pero lo que no puedo
Es pensarte lejos de mi tiempo.
L. f. Nikho
NOV 20 /96
Función de Despedida
En el escenario que para muchos es la tierra
Es imprudente andar sin pantomimas,
Es mejor caminar sin los pies descalzos
Y abrigar la desnudez del cuerpo.
Las horas pasan y se convierten en días
Y los días en años
Para bajar el telón del último acto
En que la muerte es la protagonista
De la macabra función de despedida.
Sobre la sorda noche
En que pululan los miedos
Se escucha el grito como llama ardiente
Con voz entrecortada y respiración insuficiente.
¡Cae el telón!
L. f. Nikho
NOV 29 /96
Reflexiones Pasajeras
Si este no es un poema
¡Que me valgan las lenguas mentirosas!
Las que hablaron de Cervantes como genio
Y decidieron de otros una mierda.
Tengo voz para decir olvidos
Y no tengo temor de los hipócritas;
Aunque sí siento el dolor
De la tierra en labrantía
Que escarba el sometido
Y el sonido del martillo activo
Que el olvidado hace vibrar contra la tierra.
Si este no es un poema
No hay problema de embargo a mi dilema:
Pues yo no vendo arte
Ni compro ilusiones pasajeras.
No es medible a la distancia
Mi forma de darme a la nostalgia:
Sencilla,
Triste transformación de mi ilusión
Que fecundo en un poema
A través de buscar verdad en la razón
Y hablar con las sombras que dan pena.
Si este no es un poema,
No importa,
Nunca dije que lo fuera.
L. f. Nikho
DIC 06 /96
Poemas 1996 Parte IV
ESCUCHAR/PAUSAR AUDIO