Luz que al Extinguirse Llora
Oh luz que al extinguirse llora
palpitante corazón que implora
que vacía su sangre en el erial
que desplaza su cuerpo sideral.
Oh luz heroica y sublime
estoica espada que la cumbre
esgrime con fuerza de Zenón
por siempre el ideal que es llamado: La Razón.
Oh luz, sapiencia viva de la historia
encarnación perpetua de la gloria
tiempo sin tiempo, sin presente y sin futuro
aun profusión de la intrincada mente.
Oh luz profanadora de la tumba
raudo febril de la locura
viento sin norte y sin quimera;
oh luz distante y sin distancia
cántico fúnebre del alma
taciturno que a los hombres,
arranca vivas esperanzas.
Oh luz que a las tinieblas hiere
suplicando del viento la mañana
y esperando la guerra de los días.
Oh luz, sabia soledad del peregrino,
sabio responder de la montaña
rincón oscuro que se hace poesía,
luz crepuscular de las ideas.
Oh luz que al extinguirse llora,
oh luz,
oh inspiración…
oh filosofía.
L. f. Nikho
MAR 23 /95
Como el Ancla al Suelo
Te he buscado en la oquedad
de mi existencia confusa;
te he buscado en la oscuridad
que perdió los primeros años de mi vida.
Te aferraste como el ancla al suelo
y como el mar al horizonte azul
a otro amanecer espero
para guardar, un pedazo de mis sueños.
L. f. Nikho
MAR25 /95
Ella es Naturaleza
Ella anda, corre…
ella sigue y vuela.
Ella nunca es siempre
pero siempre está;
al estender sus brazos se erige como un árbol
y su cuerpo blanco
es la uva fermentada que embriaga.
Ella nunca está,
pero viene,
viene y se va.
Ella es el grito que se escucha en la penumbra…
en el eco de mis soledad;
y aunque el recuerdo me enseñó a ser nostalgia,
ella me enseñó a callar.
Ella es naturaleza:
en su piel las nubes,
en su voz el arpa,
en sus cabellos hilos de “Esperanza”
y en sus ojos un fresco amanecer.
Ella es un pájaro que emigra
que rompe fronteras y que llega,
es un barco viandante y yo:
un náufrago sin piel.
Ella me arranca del olvido,
me siembra sobre el campo de una alfombra
me arrasa como el viento,
me inventa en su fúlgida memoria.
Ella es profusa al desear
y libre al caminar;
es una fruta sin morder
y una estrella sin llegar;
ella, como el mar,
es inmensa,
es agua de beber
y cascada que se aleja;
ella es el sol…
quizás el cielo,
es la fábula de Pombo
y el poema de Neruda.
Ella es naturaleza
y sólo la recuerdo con tristeza.
L. f. Nikho
ABR 01 /95
¡...!
Eres lo mismo cama o hierba
frente al sol o la luna;
apuestas por todo
y te quedas con nada,
amas, pero eres sensible al silencio.
Eres lo mismo estar o no estar
y aunque la ansiedad enciendes,
a veces apagas.
eres lo mismo que el beso
y la profunda mirada,
hieres,
pero traes la calma.
L. f. Nikho
ABR 01 /95
Mi Última Voz es para Ti
Mi última voz es para ti:
cuando el preludio de la inexistencia halle,
cuando mi filosofía deje ya de padecer
cuando la luz del mundo
mis ojos vean nunca más.
Mi última voz es para ti
cuando me aleje y te alejes,
cuando vuelvas;
cuando el último suspiro
arranques de mi pecho,
cuando mis pasos decidan descansar.
L. f. Nikho
ABR 01 /95
Lo que Eres
Eres una gaviota que acompaña el vuelo
que aletea el nervio sensible del deseo
que atraviesa la piel desnuda de mi pecho
que rodea mis manos con su fuego.
L. f. Nikho
ABR 02 /95
…...Besaré una flor para sentirte.
L. f. Nikho
ABR 02 /95
Ausencia
Se ahoga esta tarde con la lluvia
y con la lluvia llega la nostalgia,
en las formas fantasmales del suicidio
un mundo de sonatas a la muerte
es puñal que hiere las espaldas.
El susurro del viento;
la maldad que galopa afuera
el cristal de la venta como lamento
mientras llora la nostalgia
y se enmudece la palabra.
las sombras dibujan formas raras
y el hielo congela hasta los huesos,
pero las lenguas aberrantes
queman hasta el alma.
De golpe la noche llega
contaminada de negrura
y yo: el frágil hombre que te espera,
me contamino de tu ausencia.
L. f. Nikho
ABR 02 /95
Antes del Estío
Sin más pan que el trigo derramado en la ceniza,
sin más ceniza que la lluvia
agolpada en los tejados:
un canto de libertad sin esperanza
ardiente el calor de la mujer anciana;
tiempo inmemorable
grabado en pedazos del funesto hado;
tiempos de flores negras
que florecen en el mar
y que mueren en la tierra.
Estío que alivia cuando hiere
a los que todavía,
tienen su sentir profundamente sórdido.
L. f. Nikho
ABR 11 /95
Un Ocaso Lento
El sol se marchó a partir de hoy
y la espiga se parte en el ocaso hiriente
vertiendo en el negro corazón
de negra sangre, de negro sentimiento,
las briznas arrastradas por el viento.
todas las canciones son de tu partida,
amargo el sabor de la alegría,
oscuro el color de la sonrisa.
Un ocaso lento
que parpadea en la teñida palidez de la penumbra
me toca el pecho, para desgarrar una lágrima
que se quiebra en mi mejilla.
Un ocaso lento
que huele a despedida y que grita:
¡no te vayas, no te vayas todavía!
L. f. Nikho
MAY 17 /95
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Poemas 1995
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